Aunque la esterilización de perros es una práctica recomendada por los veterinarios y cada vez más extendida, aún existen muchos tabúes y falsos mitos que la rodean. Te presentamos una selección de algunas de las creencias más comunes en torno a la esterilización y te contamos que esperar si se lleva a cabo o no este procedimiento.
Mientras más pronto se esterilicen, menos son las posibilidades de que desarrollen cáncer mamario o infecciones uterinas.
La esterilización en machos evita enfermedades y conductas derivadas de las hormonas sexuales. Además, es habitual que los machos se escapen a buscar hembras, por lo que podrían perderse o sufrir accidentes.
El incremento de peso no está obligatoriamente asociado a la esterilización. Todos los perros esterilizados pueden tener tendencia a subir de peso debido al cambio hormonal que ello supone. Sin embargo, esto se puede prevenir mediante cuidados en la alimentación y actividad física diaria. Actualmente existen balanceados indicados para perros esterilizados, los cuales ayudan a controlar el apetito y controlar el peso.
La esterilización solo cambia el comportamiento relacionado con las hormonas sexuales, tales como el instinto por pelear, el de fuga en busca de apareamiento y el del marcaje territorial.
La esterilización es una de las intervenciones quirúrgicas más comunes, rutinarias y sencillas que se hacen a diario en las clínicas veterinarias, con una tasa de accidentes mínima.
Falso, el perro no deja de ser macho por extirparle los testículos. Lo que el hombre llama “masculinidad” para el perro es frustración por querer aparearse y no permitírselo.